domingo, 17 de marzo de 2024

Cátedra Francisco Palau 2024

Sábado, 16 de marzo, 19h

Jaume Benaloy y Clara Palma: Concierto Orante


El concierto orante ha tenido lugar el sábado por la tarde, en la capilla, bellamente conducido por Clara Palma y Jaume Benaloy. Resultado de tantas horas de trabajo e inspiración, nos ha transportado a niveles de encuentro más profundos donde cada uno de nosotros es un instrumento único en la sinfonía divina. Y nos lleva a pensar que el acompañamiento espiritual es como afinar esos instrumentos y templar las voces para que resuenen en armonía con el Espíritu. ¡Gracias y que la melodía de la gracia nos siga iluminando y envolviendo!


Cátedra Francisco Palau 2024

Domingo, 17 de marzo, 10h.

Gracia Navarro, cm: El acompañamiento del P. Palau a Juana Gratias

Gracia Navarro, después de ubicarnos históricamente en el acompañamiento espiritual en la segunda mitad del s. XIX, ha entrado de lleno en el modo de ejercer el acompañamiento de Francisco Palau y los rasgos que lo definen. Este ejercicio se manifiesta de manera significativa en su acompañamiento y relación con Juana Gratias, explorando a continuación los rasgos clave de este proceso. 

1. Encuentro con Francisco Palau y Vinculación Personal (1845-1856): Juana Gratias, una persona en búsqueda de significado y dirección espiritual, se encuentra con Francisco Palau. Este encuentro marca el inicio de su camino juntos. La vinculación personal entre ellos se fortalece a medida que comparten experiencias y reflexiones profundas.

2. Acompañada por el Camino de la Oración (1857-1860): Bajo la dirección de Palau, Juana se sumerge en una vida de oración más profunda. Aprendiendo a escuchar a Dios y a discernir su voluntad, Juana experimenta un crecimiento espiritual significativo.

3. Nuevo Horizonte para Francisco Palau (1860) y Consecuencias Inevitables para Juana: Palau experimenta un cambio en su enfoque espiritual, lo que afecta directamente a Juana. Este cambio de horizonte espiritual tiene consecuencias inevitables para ella, desafiándola a adaptarse y crecer.

4. Reafirmación Vocacional de Juana Gratias (1861-1864): Durante este período, Juana profundiza en su vocación y propósito. Palau la guía en su discernimiento, ayudándola a reafirmar su compromiso con Dios y su llamada.

5. Transformación Interior de Juana Gratias: A lo largo de estos años, Juana experimenta una transformación profunda en su ser interior. Su relación con Dios y su comprensión de sí misma se enriquecen.

6. Paréntesis Amplio hasta 1867: Durante este tiempo, Juana enfrenta desafíos y oportunidades. El paréntesis amplio representa un período de crecimiento y espera.

7. Por Tierras de Aragón (1867): “Escuelas Dominicales”: Juana se involucra en la educación y formación de otros, especialmente a través de las “escuelas dominicales”. Su compromiso con el acompañamiento espiritual continúa.

8. Pastoral del Acompañamiento Palautiano, Hoy: En la actualidad, la pastoral inspirada en el legado de Francisco Palau sigue guiando a las personas hacia una relación más profunda con Dios. El acompañamiento espiritual sigue siendo relevante y necesario en nuestra búsqueda de significado y trascendencia, poniendo en el centro a la persona.

Es un testimonio de cómo el acompañamiento puede transformar vidas y llevar a una comprensión más profunda de la fe y del camino que Dios nos traza para llevar a cabo sus planes.






Cátedra Francisco Palau 2024

Sábado, día 16 de marzo, 17h.

Jaume Benaloy, Pbro.: Francisco Palau, Mistagogo

El Padre Jaume Benaloy Marco nos presentó al Padre Francisco Palau como auténtico mistagogo “en la búsqueda”, a la luz de su singular experiencia espiritual (mística eclesial) y creativo ejercicio ministerial (pastoral), destacando cinco claves mistagógicas del Acompañante espiritual: Acoge con Amor incondicional y generoso a través de la Escucha atenta y dócil para Identificar juntos la voluntad de Dios, en un clima de Oración confiada que permita Unificar en el Espíritu todas las dimensiones y relaciones de la persona acompañada, sin urgir ni hurgar, sino con cuidado, vigilancia, solicitud y amor de un padre que ama y no tiene más interés que su perfección.

Además, nos propuso algunas Bienaventuranzas del Acompañamiento, señalando lo feliz, pertinente y fecundo que puede resultar en la actualidad impulsar la buena-aventura de ser Acompañantes y Acompañados en el Espíritu de Jesús para madurar en la fe e interiorizar las virtudes cristianas en el camino de comunión con Dios y los prójimos.




Cátedra Francisco Palau 2024

Sábado, día 16 de marzo, 12:30h.

José Carlos Bermejo, cme: Acompañamiento espiritual en la vulnerabilidad

Se hablará de un aspecto del acompañamiento: la escucha. La belleza y hondura de la escucha y de encontrarse con la persona que sufre; arrodillarse ante el sufrimiento (como en el Viernes Santo) o callarnos (la actitud del Sábado Santo).

Tiempos de profesionalización del acompañamiento. Han surgido muchas iniciativas. Por ejemplo, en 1997 creamos el primer centro de escucha y hoy hay 39. Otras formas: el teléfono de la esperanza; másteres; día de la escucha; se van desgranando las competencias para acompañar al que sufre.

La escucha no es… cualquier cosa. Es un esfuerzo de alteridad, de apertura al que es distinto; de querer comprender lo que le pasa por dentro.

Necesitamos ser escuchados. Dificultad en dejarse escuchar, dejarse querer cuando llega la fragilidad, algo que se da en la vida religiosa.

La escucha tiene verbos hermanos: callar, mirar; acoger lo que el otro dice.

Escuchar es una forma de humanizar promoviendo la hospitalidad. Acoger al otro que se nos da en palabra. El Papa lanza tres preguntas que sirven de examen de conciencia: a quién escuchas, qué escuchas y cómo escuchas. Problemas hoy como la soledad no deseada, suicidios, eutanasia.

Difícil arte de escuchar. Ejercer también el ministerio de la ausencia (H. Nouwen): saber separarse y no estar cuando no toca.

La escucha es medicina. Sentirse escuchado nos descarga, nos alivia de lo que nos angustia. La escucha tiene el poder de iluminar en el discernimiento o en la toma de decisiones.

Escuchar cumple diferentes funciones. Ayuda a personalizar el problema, que la persona concrete qué quiere hacer que pase con lo que le pasa y qué quiere que pase. Ayudarle a empoderarse para salir del victimismo.

La verdadera escucha es la del corazón. La escucha es un ejercicio del corazón; cultura del encuentro, de la sinodalidad.

A escuchar se aprende. Puede escucharse cuando no hay narrativa. La supervisión es un deber ético.

“Escucha lo que no digo”: Que no te engañen mis apariencias, la máscara que uso.

La escucha tiene un precio. Riesgo del “burnout”. Fatiga por compasión.

La escucha hace eco: la propia fragilidad. Es un regalo porque describe mi vulnerabilidad, le pone palabras. O la metáfora del sanador herido, el potencial que mi propia herida tiene para el otro.

Hay que responder: el poder de la palabra. Cuánto poder tiene la palabra. Su uso es un arte; importancia de la oratoria en la Antigüedad.

Escuchar al Espíritu. Ir con actitud de obediencia.






sábado, 16 de marzo de 2024

Cátedra Francisco Palau 2024

Sábado, día 16 de marzo, 11:30h.

Amando Cantó, ocd: El acompañamiento espiritual en San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz como acompañante espiritual

El acompañamiento espiritual es una relación de ayuda para que la persona crezca y madure y se pueda comprometer más y mejor. La esencia es que la persona llegue a Dios. Para San Juan de la Cruz es un tema esencial en su vida y obra

Sus actividades preferidas fueron las de formador y acompañante espiritual; esta última fue una gran ocupación y preocupación al final de su vida. Incluye un pequeño tratado sobre ella en su obra cumbre, Llama de amor vivo. Fue maestro de novicios, rector de colegios. Dio atención espiritual a las carmelitas descalzas: les explicaba la doctrina a través de dibujos, pequeñas notas con sentencias para meditar que luego se convirtieron en los Dichos de amor y luz; escribió cartas. Acuden a él doctores, estudiantes universitarios, mujeres, arrepentidos…

Su principal preocupación es que aprendamos a dejarnos llevar de Dios. Es un mistagogo, capaz de entender cómo actúa Dios en el corazón de los hombres, sobre todo en la noche del alma. Sigue acompañándonos a través de sus escritos.

Qué es el acompañamiento espiritual para San Juan de la Cruz

Es necesario tener un acompañamiento espiritual para seguir un camino espiritual; el que no lo tenga es como un fuego que irá apagándose. Es algo querido por el mismo Dios; Dios se ha hecho hombre y quiere que las cosas espirituales queden confirmadas en el hombre.

Es Dios quien se anticipa en la búsqueda; toma la iniciativa y, sin embargo, nos deja en libertad. Por ello, la labor del acompañante es ser instrumento y no poner obstáculos. Es un camino de purificación y de ayudar a una mayor inflamación de amor que ocupe nuestro interior.

El buen acompañante es sabio, discreto y experimentado. Es importante saber elegirlo, descubrirlo en la oración, dejar que el Espíritu Santo nos guíe. Debe ser humilde, reconocer que no lo sabe todo, que necesita a otro acompañante que le ayude a discernir.

Qué metodología propone

El Espíritu Santo es el verdadero acompañante y guía; es quien obra en el otro y el acompañante es un instrumento. Debe tratar de ver signos de cómo el Espíritu actúa en el otro para descubrir su propio camino.

Escucha empática oracional: ha de estar atento a las emociones del otro, descubrir qué sentimientos, creencias o valores hay debajo de sus palabras. La actitud de oración hará que empiece invocando al Espíritu Santo para que le ayude; orará con el otro; no interferirá con sus opiniones, no juzgará. Creará un clima donde pueda mostrarse la huella de Dios en su vida.

Dios tiene un estilo para acompañar a las almas: ordenado, suave y a nuestro modo.

Ordenado: utiliza la similitud con las fases del desbastador, entallador y perfilador. El acompañamiento es dejar que el alma pase por las sucesivas fases. Desbastar es iniciar el camino espiritual, despertar al mundo espiritual, iniciarlo en la oración, enseñar a orientar nuestros sentidos hacia Dios. Entallador es la fase de empezar a leer la Palabra de Dios, proponer buenos libros. Perfilador es la noche activa del Espíritu.

Suave: no significa ser blando, sino no manipular, dejar a la persona en libertad.

Al modo del otro.

Juan de la Cruz nos lanza a todos a un camino de acompañamiento espiritual porque todos estamos habitados por el Espíritu Santo.




Cátedra Francisco Palau 2024

Sábado, día 16 de marzo, 10h.

David Guindulain, S.I.: El acompañamiento espiritual en los Evangelios

El acompañamiento espiritual es como rebanar el pan de la Palabra a medida que el otro lo necesita; Jesús lo hace desde la proximidad y en el interno, donde todas las dimensiones se integran, para integrar la vida cotidiana con la vida que esperamos en Dios.

No es un cuidado asistencial, afectivo ni cognitivo aunque debe tener noticias de todas esas facetas. Es cuidar el lugar psicosomático afectivo, el corazón, que es el lugar interior donde se produce el encuentro con Dios.

Jesús utiliza los actos humanos de los que acompaña (ver, nacer, pescar…) desde la espiritualidad e integra lo exterior con lo interior: ver no sólo es distinguir, sino superar la ceguera que impide ir hacia Dios.

Jesucristo es maestro de acompañamiento espiritual en la medida en que enseña el camino al Padre, enseña a abrir paso. La función del acompañante es facilitar que el Creador se comunique con la creatura; dejar que la palabra de Dios habite en nosotros.

El acompañamiento espiritual de Jesús en los Evangelios se muestra a través de cuatro momentos: búsqueda previa de la persona; interpelación de Jesús; ésta despierta una nueva formulación del deseo; invitación a hacer experiencia espiritual.

1. Búsqueda. Hay un deseo innato de plenitud, sed de Dios, que hace que la persona se dirija a un profeta del que hablaron Moisés y los Profetas. ¿Es el esperado? El joven rico ve que los preceptos sin amor no sirven para una vida plena.

2. Interpelación. “¿Qué buscáis?” Jesucristo pregunta para que se den cuenta de cuál es la intención real de sus aproximaciones o afectos hacia algo o alguien. Date cuenta de lo que te mueve. A veces, eso se convierte en darle un nombre nuevo a quien se acerca: le ofrece un horizonte nuevo (Pedro, Cefas). Otras, dice “sígueme”: necesita un tiempo de aprendizaje; acompáñame hasta la cruz para resucitar conmigo.

3. Nueva formulación. Sitúa a la persona en el lugar más verdadero de su ser que busca a Dios. “¿De qué me conoces?” “¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo?” Expresan conciencia de su limitación. La relación se convierte en asimétrica: evidencia que sólo Él es el señor de la vida anhelada. La respuesta de Jesús va más allá de estos límites porque el amor de Dios es más fuerte que la muerte.

4. Invitación. Hablar, callar, llenar las tinajas, seguirle por el camino… La experiencia que promueve expresa la transformación que está a punto de suceder: encuentro en el corazón con el Dios vivo. Jesús propone tres pautas para vivir la fe: las Escrituras, la oración y la conducta según el Evangelio expresada a través de parábolas.

Aspectos significativos del acompañamiento de Jesús para nuestro tiempo:

·      Sólo Jesús acompaña siempre: sólo el amor de Dios es fiel. El acompañamiento no es una relación de amistad.

·       Interesarse por la salud

·       Detenerse a preguntar por los afectos: ver si las mociones vienen de Dios.

·       Ofrecer herramientas espirituales: examen de conciencia, Escrituras, liturgia.

·       Proponer liturgias: peregrinaciones, oraciones comunitarias, ayunos solidarios.

·       El escenario de una vida en Dios: el encuentro con Él se da más allá de la temporalidad.




Cátedra Francisco Palau 2024

Viernes, día 15 de marzo

Luis Jorge González, ocd: Mística y acompañamiento espiritual

Como introducción, el padre Luis Jorge González nos ha dado las definiciones de mística y de acompañamiento.

La definición de mística es hablar de Dios experimentado por los místicos y que está presente aquí con nosotros, desde nuestro nacimiento hasta la muerte. Es el gozo profundo de hablar de Dios, que se nos da día y noche.

Mística se entiende como la experiencia de Dios; experiencia de Dios presente, acogido e intuido por la fe, la esperanza y el amor. Puede ser el camino, pero también este instante en que estamos siendo amados por Dios. El fenómeno tras los místicos es que Dios adquiere solidez objetiva y no desaparece de su campo mental.

Acompañamiento espiritual es ser instrumento del Espíritu, siguiendo a san Juan de la Cruz. Eso comporta “quitarse las sandalia.s ante el otro”, según el papa Francisco. Todos hemos de llegar a serlo.

Tras esta introducción, nos ha hablado de la experiencia de acompañamiento espiritual en una mística: Teresa de Ávila. Tras su conversión al ver la imagen de Jesús llagado, Teresa pasa por diferentes acompañantes espirituales con distintos estilos: desde el estilo autoritario del P. Gaspar Daza, pasando por el acompañamiento democrático —de apoyo— hasta llegar al método empático del P. Diego de Cetina sj. Este último está centrado en el Espíritu; se trata de entender un alma y dejar que interactúen Dios y la persona.

Ha hecho un repaso bíblico a la experiencia de Dios y define la Alianza como voluntad de autodonación en Dios. En Génesis plantea a Israel hacer una «alianza eterna de ser tu Dios»; ahí ya vemos un Dios personalista. Luego, en el Nuevo Testamento anuncia que «un corazón nuevo os daré»; la Nueva Alianza es Jesús.

En cuanto a la experiencia mística de la autodonación de Dios, el bautismo es el inicio de la donación transformadora de Dios. Si llega la noche oscura, qué podemos hacer: estar con Dios nada más, hacer actos de amor en la fe y la esperanza. Incluso la noche es Dios. Es el Espíritu, llama de amor, que purifica el alma.

Dios se da en su Espíritu para “engrandecer a la persona”. Dios habita en nuestro interior, activísimo, si le dejamos.

El acompañante es un instrumento del Espíritu para engrandecer el hombre. El Espíritu Santo es el verdadero guía. Puede ser formal o informal; debe dejar que el Espíritu Santo guíe el alma y hacer preguntas a la persona para que sea ella la que interrogue al Espíritu Santo.

El acompañante, instrumento del Espíritu para engrandecer al hombre. ¿Cómo puede ser instrumento? Siendo consciente de las relaciones de la persona con las Personas divinas y siendo consciente del desarrollo de la persona. Además, como instrumento debe trabajar por tener una imagen positiva de la persona y un trato amable.

Como conclusión, es el Espíritu el que nos da: acoger a Dios, ser instrumentos del Espíritu y asociarnos con la Trinidad para engrandecer a nuestros semejantes.